Powered By Blogger

viernes, 1 de octubre de 2010

LA TrEgUa

Llegaste un día a mi vida, sin pedir permiso, te instalaste y sin saberlo comenzaste a edificar una tregua, pequeña como un charco que con la lluvia se transforma en un lago, y ahora, ya eres un océano en mi corazón, lo inundaste con tu risa, tus ojos, tu boca y tus esquivos besos, que me han devuelto la vida que se me escurría por mis dedos, torpes que no saben acariciarte sin pedir más, y mi boca no sabe besarte sin pedir más y más, y tu te niegas y me dejas con el suspiro en el cuello que se asoma y te quiere alcanzar pero ALTO!!... está prohibido, debo pasar, solo debo ser un espectador y contentarme con eso, no lo intentes por el castigo puede ser peor que cualquier castigo conocido, ¿puede ser el amor un castigo? ¿o es la gloria gentil de morir con la sonrisa en los labios?
Que difícil se torna el camino cuando elegimos hacerle caso al corazón, bendito órgano que nos controla y nos eleva hacia el cielo o nos hunde en el abismo profundo, y tu has sido un cielo azul en medio de una tormenta de años de oscuridad y has sido el abismo en que caigo cada vez que te pienso con otro, en que veo en tus ojos el nombre de otro, la mirada de otro y me vuelvo loco y me siento a un paso del infierno y me paralizo con la idea de dar un paso y la escapatoria esta ahí, pero tu no...
Y pienso y siento (mi gran mal) mis sentimientos me traicionan y luchan con mi cerebro y se produce el conflicto mayor, amarla o dejarla ir, a esperar que vuelva y no vendrá por que su destino, no soy yo, es el mundo, el descontrol y pronto llegara la hora de mi propio control, de mi camino parco y aburrido y seré el mismo, aquel que no conoce maldad, ni deseo, ni la furia ni la violencia pero no seré nunca el mismo, querré gritar, pero no, no puedo, llorar, no, no puedo, aunque lo hago, estoy llorando espero mi destino con lágrimas que corren por mi cara, me siento vivo, pero por dios que equivocado he estado! siempre al  borde de la muerte cuando la vida esta aquí en mi pecho y tiene tu nombre escrito con mayúsculas y letras doradas y me salvas y me alejas del peligro y me acerco a otro peligro peor, pero yo ciego sigo el camino trazado, como un animal herido de muerte busca su lecho para descansar, y aún quiero probar hasta el último aliento tuyo, hasta el último quejido de amor, has tu última lágrima besar y aquietar tu corazón.
Me has hecho conocer y sentir lo mejor de mi vida y lo peor la guerra y la paz, lo claro y oscuro la vida y en fin la muerte.

By... C.E



No hay comentarios:

Publicar un comentario